La lluvia, el viento y el paso del tiempo… deterioran muchas verjas y portillas en el exterior de las casas. Reparar elementos oxidados no es tarea fácil y en muchas ocasiones el desconocimiento para erradicar este problema, es un verdadero quebradero de cabeza para muchos profesionales.
En ocasiones los clientes desean un trabajo rápido y perfecto. Y ese es siempre el deseo de cualquier profesional, pero en estos proyectos como en muchos otros, el tratado del material y su proceso nos va a exigir más tiempo y esfuerzo.
Cuando algún cliente solicita la reparación de una verja o puerta de metal, lo primero que debemos comprobar es el estado de la misma. El paso del tiempo, y las inclemencias meteorológicas terminan por estropear y oxidar muchos elementos metálicos del exterior.
Por ello el material es sumamente importante a la hora de realizar este tipo de encargos. Además de rodillos y sobre todo brochas, debemos contar con unas lijas de buena calidad y acordes al material sobre el que vamos a trabajar.
Para devolverle el aspecto original a una verja o portilla seguiremos una serie de pasos, con los que obtendremos un resultado inmejorable. ¡Toma nota!
Lijado de la zona
Este primer paso es uno de los más importantes y donde se debe prestar una mayor atención. Si al retirar el óxido, no lo hacemos de la manera correcta o dejamos restos, cuando llegue el momento de pintar nuestro trabajo se verá totalmente dañado.
Lijaremos en círculos con una lija gruesa, para terminar afinando la superficie con una más fina. Después limpiaremos la zona para eliminar el polvo que haya podido quedar.
Para escoger la lija adecuada, debemos fijarnos en la numeración. La más baja nos indicaría más grosor y cuando la numeración va disminuyendo la lija se vuelve más fina.
Si te encuentras con un óxido difícil de retirar, en el mercado existen infinidad de líquidos que pueden ayudarte en el proceso.
Aplicación de la pintura
Una vez retirados los restos del lijado, ya podemos pintar. ¡Atención!, la pintura debe ser especial para metal. Existen muchos barnices para metal, que dejan un acabado profesional y con un aspecto renovado. Para aplicarlo necesitaremos un rodillo de espuma, con el que no dejaremos marca, como puede suceder con las brochas. La utilización de minirrodillos en estos casos es esencial para llegar a todos las esquinas.
Si nos encontramos en climas húmedos…
En la mayoría de los casos con una sola capa es suficiente y la cubrición es óptima. En el caso de encontrarnos en un ambiente húmedo o cerca de la costa, debemos prestar algo más de atención a la humedad y al clima. Para estas zonas te recomendados dar capas más abundantes, para obtener una cubrición perfecta y asegurarte un buen acabado que soporte el paso del tiempo.
Un último consejo
Desde Rodapin te recomendamos que eches un vistazo a nuestra gama Coverpin, ya que al tratarse de metales y lijado, la protección personal no deja de ser importante. Desde guantes a mascarillas, puedes encontrar todo lo que necesitas para trabajar cómodo y protegido.