Resultado de renovar muebles con pintura a la tiza: sillas de colores.

Haz un lavado de cara a tu casa: aprende a renovar muebles con pintura a la tiza

A día de hoy existe una fuerte tendencia que apuesta por la reducción y reutilización de residuos y de todo lo que nos rodea. Por ello, si el movimiento zero waste también te representa pero al mismo tiempo quieres darle un nuevo aire a tu hogar, no es mala idea que te plantees renovar muebles con pintura a la tiza, también conocida como chalk paint.

Ventajas de utilizar pintura a la tiza

Mesas, sillas, cómodas, puertas, estanterías… cualquier elemento del hogar es susceptible de lucir un nuevo aspecto con pintura a la tiza. Además, utilizar pintura a la tiza -o chalk paint– presenta una serie de ventajas a tener en cuenta si queremos renovar algún mueble:

  • Es una pintura al agua y, en caso de error, rectificar o eliminar las molestas manchas del suelo o de cualquier superficie se vuelve muy fácil: basta con frotar con un trapo húmedo. Lo mismo ocurre a la hora de limpiar brochas y rodillos, con agua y jabón será más que suficiente.
  • Existe una gama de colores muy amplia así que encontrar el tono que mejor va con tu hogar es una tarea fácil, ¡lo complicado será elegir un solo color!
  • No requiere pasos previos salvo algunas excepciones en los que se vuelve necesario un lijado previo.
  • Se puede aplicar en spray por lo que en casos más complicados como, por ejemplo, un mueble con patas torneadas, nos facilita mucho el trabajo y el resultado también es óptimo.

Antes de pintar

La pintura a la tiza es una de las pinturas más fáciles de aplicar, además desprende ningún tipo de olor y es muy sencillo obtener un buen resultado. Sin embargo hay una serie de pasos que se deben tener en cuenta para que el resultado tras renovar muebles con pintura a la tiza sea perfecto.

De forma general, para la aplicación de pintura a la tiza no es necesario lijar ni aplicar ningún tipo de imprimación. Sin embargo, si el mueble en cuestión presenta un barniz muy brillante, grandes imperfecciones o capas de pintura muy gruesas, será necesario un lijado previo con una lija de grano fino o medio.

Para corregir grandes imperfecciones como agujeros o golpes en la madera será necesario aplicar una masilla para madera -lo más parecida posible al color de la madera con una espátula y una vez seca se deberá lijar y limpiar para posteriormente aplicar la pintura.

Otro paso importante antes de pintar, es limpiar el mueble de toda suciedad. Si el mueble en cuestión simplemente tiene polvo bastará con retirarlo con un paño ligeramente húmedo. En cambio, si el mueble acumula suciedad más resistente, tiene restos de grasa o aceite será necesario desengrasar bien la superficie para que la pintura agarre correctamente.

No hay que olvidarse de proteger aquellas zonas que no queremos ensuciar ni estropear con la pintura así que no es mala idea hacerse con un protector para el suelo. Una buena cinta de carrocero tampoco puede faltar en la lista de la compra antes de ponerse manos a la obra con la renovación de los muebles.

Manos a la obra

Una vez esté el suelo protegido, las superficies bien limpias y lijadas, en caso necesario, será momento de ponerse manos a la obra:

  1. La pintura comenzará aplicarse para cubrir todas las molduras con una brocha plana. El siguiente paso serán los paneles y luego las zonas más extensas para las que se puede utilizar rodillo.
  2. Es necesario aplicar una segunda capa para reducir irregularidades pero antes, se debe realizar un ligero lijado y eliminar el polvo.
  3. Para acabar y que el resultado sea más duradero, deberá aplicarse una capa de cera especial que protegerá la pintura de golpes y rayones.