Pintar suelos de madera

Consejos para pintar los suelos de madera

En ocasiones, nuestros clientes nos encargan trabajos que van más allá de las superficies convencionales -paredes, fachadas, muebles- como pintar los suelos de madera de una estancia o, incluso, de todo el hogar. En este caso, las técnicas son diferentes y, como profesionales, debemos tener en cuenta ciertos aspectos para lograr un acabado impoluto.

¿Necesitas ayuda al respecto? Entonces, este post es perfecto para ti.

¿Qué suelos de madera se pueden pintar?

No todos los materiales nos permiten este trabajo; en cambio los pavimentos de madera, e incluso laminados, pueden pintarse sin problema. Pero antes de ponernos manos a la obra, deberemos comprobar que la superficie está en condiciones óptimas. Y si no es así…  No te apures, tenemos la respuesta

¿Cómo preparar los suelos antes de pintarlos?

Los suelos de madera se estropean y desgastan con el paso del tiempo. Tal vez sea necesario lijar algunas zonas o incluso pulir el piso entero. En cualquier caso, no debemos olvidarnos de utilizar un producto sellador que cierre los poros de la madera y alise la veta. Cuanto más se cierren los poros, menos pintura absorberá el pavimento así que no dudes en dar una segunda mano del sellador en caso de duda.

Una vez sellado, deberás limpiar bien la superficie para eliminar cualquier impureza que impida que la pintura se adhiera correctamente.

¿Qué herramientas necesitamos para pintar los suelos de madera?

En nuestro post anterior, os recopilamos las herramientas básicas para pintar interiores. A la hora de elegir entre rodillo y brocha, la decisión dependerá del acabado que queramos obtener, pero, en caso de los suelos de madera, recuerda que siempre aplicaremos la pintura en el sentido de la veta de la madera.

Y por último… ¿Cómo pintar el suelo?

Una buena opción es utilizar patrones, utilizando plantillas geométricas -rombos, líneas o cuadrículas- que creen contrastes en pasillos, vestidores, baños o cocinas. Esta técnica es mejor aplicarla a superficies de tamaño pequeño para que no resulten demasiado llamativos.

Si tu cliente quiere dar un “lavado de cara” a un almacén, despensa o terraza, elegir un color básico -gris o blanco- puede resultar la opción idónea. Otorgan luminosidad y amplitud a espacios reducidos al mismo tiempo que renuevan de forma sencilla y económica estancias de la casa normalmente olvidadas.

Para aquellos cuartos más habitados como dormitorios o salones, la sencillez siempre triunfa. No obstante, al no haber un patrón que llame la atención, deberemos elegir con cuidado el color de la pintura. Además, si utilizamos la técnica del decapado podemos dotar de un aire rústico a la estancia al mismo tiempo que disimulamos pequeñas imperfecciones y desgastes que aparezcan con el uso y el tiempo.

Y ahora solo te queda visitar nuestro catálogo online de productos y elegir las herramientas adecuadas para dar un aire nuevo a ese suelo.